Los Orígenes

Creo recordar que fue en el verano de 1981 cuando empezó a funcionar la Asociación de Amigos de Añavieja. Salus López, quizás influido por el ambiente cultural y asociativo valenciano del que aquí carecemos, me animó a fundar una asociación cultural con el ánimo de hacer pueblo. Este fue el objetivo principal y original de la Asociación: hacer pueblo, unir voluntades, realizar y traer actividades culturales para hacer partícipes a todos los añaviejeros, a los que vivían en el pueblo y a todos los que se sentían del pueblo, hacerles a todos partícipes de una ilusión colectiva. Creo que fuimos unos adelantados, unos pioneros. Nuestra Asociación nació antes que las Asociaciones culturales de pueblos de más renombre. Existían los C.I.T. (Centros de Iniciativas Turísticas), pero nuestra intención no era atraer turismo.

Después de elaborar los estatutos los presentamos para su aprobación en el Gobierno Civil de Soria. Aquí tuvimos la suerte de conocer al Secretario del organismo, un tal Sr. Córdova de Trévago, quien al conocer nuestra procedencia agilizó los trámites y en dos semanas aprobaron los estatutos. A partir de aquí, en pleno mes de Agosto, nos pusimos a trabajar para llevar a cabo nuestros objetivos:

  • Creación de la primera junta.
  • Petición de subvenciones al entonces Ministerio de Cultura (nos concedió veinticinco mil pesetas) y a la Diputación (actuación de la Co ral F ederico Olmeda)
  • Presentación de la Asociación a todos el pueblo: Como acto inicial elegimos la proyección de la película El autobús atómico. El frontón se llenó con las sillas de los espectadores.
  • Captación de socios. La respuesta fue unánime.
  • Actuación en la Iglesia de la Coral Federico Olmeda del Burgo de Osma en la víspera de las fiestas. Recuerdo que después de la actuación los miembros de la coral disfrutaron de un vino español en las escuelas y de la cata de morteros.
  • El Teatro Universitario de Murcia actuó en el pueblo y con el pueblo. Su interpretación de los distintos símbolos de la poesía de García Lorca (fuego, luna, agua…) la desarrollaron por las calles del pueblo. Fue una actuación innovadora para todos. Otro de nuestros objetivos se estaba cumpliendo.
  • Excursión, utilizando dos autobuses, a la Laguna Negra y zona de Pinares.
  • Concurso de tartas, que nos ayudó económicamente.
  • Disfraces infantiles.
  • Olimpiadas infantiles, en las que participó la generación que hoy lidera la Asociación.

Con el paso de los años el número de actividades fue aumentando: Plantación de árboles en el entorno de la Iglesia; recuperación del pórtico y saneamiento del antiguo cementerio; rescate y traslado de la piedra votiva romana, que hoy puede verse junto a la pila bautismal debajo del coro; mudanza del puente de piedra de la antigua carretera del Madero hasta la Iglesia: hoy sus piedras forman parte de su jardín y su recinto; embellecimiento de los alrededores del frontón nuevo y de la ermita…
Todos recordamos con especial cariño el verano del 92. Si para todos España fue el verano de las Olimpiadas, para los jóvenes de Añavieja fue el verano de La dama del alba. Durante dos meses ensayamos esta obra teatral para representarla dignamente ante el pueblo, la antevíspera de las fiestas de aquel año. El trabajo e ilusión de aquellos jóvenes debería ser un estímulo para todos: A Consuelo siempre la identificaremos como la peregrina blanca, inquietante, que aparece sigilosamente delante de los demás personajes. A Tito lo recordaremos como el abuelo afable y protector de sus nietos, Ana Isabel y Fernando, tan traviesos. Merche siempre será la Telva graciosa y familiar. Camino la enlutada madre que recuerda a su hija desaparecida, Nieves, tan misteriosa como la peregrina. Hermelo nos hará creer que su personaje de emociones encontradas no fue un sueño. La alegría contagiosa de Patricia sobre el escenario perdurará por muchas actrices que interpreten el
personaje de Adela. El gracejo de José Angel será siempre recordado en su papel de Quico. Y los bailes de nuestros sanjuaneros y sanjuaneras nos harán reír cada vez que comentemos aquellos momentos inolvidables.
Después de tantos años, puedo afirmar con orgullo, que los objetivos iniciales se fueron cumpliendo y que la respuesta del pueblo de Añavieja fue memorable.

Pablo Pascual López
Primer Presidente de la Asociación de Amigos de Añavieja